TOCAR ES SENTIR
Y SENTIR ES ESTAR VIVO
Escribo este artículo un viernes 18 de agosto de 2017. A muchos se nos quedará grabado el día anterior, cuando Barcelona lloraba. Todavía lo hace . Muchos lo hacemos.
Ante la barbarie viene el sinsentido, el colapso… luego la furia y, con suerte, la aceptación (que no resignación). ¿Y mientras? ¿Y luego? Abrazos.
Cuando apoyé tras los atentados del 11 M, la gente necesitaba abrazos y esto tiene explicaciones neurofisiológicas. Hay investigaciones que hablan de que reducen el miedo a la muerte y a temores existenciales
Juan Cruz, psicólogo clínico. La Vanguardia “Todo lo que puedes conseguir con un solo abrazo”
Seguro que a todos nos ha pasado que, ante un momento de dolor e injusticia, no hemos sabido qué decir y nos ha brotado un abrazo. Todos tenemos miedo, lo conocemos y lo sentimos en nuestras carnes. Pero tal vez no nos paremos tanto a pensar que es desde esas mismas carnes desde donde se cura mejor: desde la piel.
LA PIEL es nuestro órgano más grande, nos recubre, nos protege, nos avisa si por dentro está todo ok y, sobre todo, nos permite SENTIR el mundo exterior, reconocerlo. La piel nos conecta con el otro, nos lo hace percibir del modo más íntimo posible, y es por eso que nos permite llevar a cabo una de las acciones más poderosas para el bienestar:
TOCAR
Es algo instintivo: una madre lo hace al nacer el hijo y el hijo lo hace en cuanto se despierta consciente al mundo. ¡Hasta las nutrias de mar y los elefantes se tocan!
El contacto físico es fuente de bienestar y calma, a la vez que enemigo declarado del estrés. Al milagro, podemos llamarlo oxitocina (supongo que ya te suena, pero mejor hazte amigo/a).
Todos los mamíferos desprendemos la molécula oxitocina aunque normalmente apenas disponemos de ella. ¿Y eso? Porque esta molécula únicamente aparece si la estimulamos. Encima, cuando hace acto de presencia, vive tan solo 3 minutos.
¿Y cómo podemos hacer para liberarla? Pues lo que decíamos antes: abraza. Y si quieres sentirte muy bien, hazlo ocho veces al día.
“Abrazarse es una forma de contacto, de expresión emocional y comunicación que va más allá de la palabra y va a repercutir a nivel físico, psicológico y social”, señala Juan Cruz, psicólogo clínico.
¿Otras maneras? Sencillísimo: da la mano, baila en pareja, hazte un masaje o simplemente da una palmadita en la espalda.
Los estudiantes que reciben una palmadita en la espalda de sus profesores, muestran más atención en clase y son dos veces más proclives a ofrecerse como voluntarios para llevar a cabo las tareas escolares
Dacher Keltner, profesor de psicología en Berkeley, California
Y atención que aquí viene LA FÓRMULA:
+ contacto = + oxitocina = + empatía = + conexión con uno y el otro = + felicidad
Vimos que la gente que libera más oxitocina son más felices
Paul Zak , Neuroeconomista
Es que todo encaja. Entonces, ¿por qué lo complicamos?
Siempre he creído en la maravillosa complejidad del ser humano, pero también ésta nos juega malas pasadas… Es decir:
-sabemos que somos seres sociales (lo he dicho otras muchas veces ya)
-sabemos que al estar juntos nos sentimos mejor
-sabemos que al tocarnos facilitamos esa conexión
-sabemos que esa conexión fomenta la ayuda
-sabemos que echarnos una mano nos realiza
¡HAGAMOSLO, entonces!
No sé la historia de tu vida, pero la mía está repleta de paseos de la mano con mi madre y de reencuentros de abrazos eternos. ESO ME HACE FELIZ. Por no hablar de la cultura a la que pertenezco: la mediterránea. No solo estamos hechos culturalmente de aceite de oliva y sol; somos gente que se toca para manifestar afecto, gratitud, lazos, UNIÓN. Y además, ahora, en mis hábitos nuevos está el de pedirme menos regalos materiales y más en forma de momentos: un baile (aunque sea en la cocina), un masaje…
*Por cierto, hablando de masajes: mi favorito es el shiatsu, uno de los que más presión ejerce. ¿Por qué doy este detalle? Porque científicos de la Universidad de John Hopkins vieron que cuando hay una presión en “la zona carnosa entre el pulgar y el índice, el dolor de cabeza, de dientes y la ansiedad pueden disminuir. ¿Lo pruebas? ¡No falla!
Pero si no te apetece que te estén apretando, puedes optar por una masaje de esos relajantes, a modo de caricias: pura calma directa a cuerpo y mente. ¿Te apetece uno ayurvédico?
*El ayurveda es la medicina más antigua de la humanidad y para ella el masaje es parte fundamental de la curación en muchos sentidos :
- Armonización íntegra
- Mejora del sistema inmune
- Flexibiliza los músculos
- Elimina toxinas
- Relajación del sistema nervioso
- Ayuda a combatir el estrés y la ansiedad
Una vez aclarada la importancia del masaje, no podemos olvidar algo fundamental: para muchos, tocar puede ser invasión de su espacio personal. Hay sociedades que se tocan poco, es cierto. Hay personas que no soportan el contacto físico, vale. Todo es respetable. No obstante, sabemos que nuestra piel necesita sentir… Y nosotros necesitamos sentirnos conectados con los demás a través de ella.
La OMS dice que las ¾ partes de los bebés prematuros pueden salvarse si reciben el contacto piel a piel.
Si esos bebés no sintieran esa piel, se sentirían solos y la soledad puede matar. Necesitamos del apego porque somos mamíferos. Necesitamos protección para sobrevivir, ¡siempre!
Haz tuyo el contacto, hazlo cotidiano, propio de tu personalidad, tu hábito, tu vida. Cada vez que tengas oportunidad, disfruta de ello, disfruta de la suerte de poder sentirte más vivo.
En definitiva: Tocar siempre me ha dado la sensación de vivir mejor, más intensamente. Donde más toqué (en forma de abrazos) fue en mis tres años viviendo en Uruguay (pueblo “abrazador” donde los haya) y fue donde más viva me sentí nunca. Y es que si hay alguna manera de agarrar la vida, ¡esa debe ser tocándola!
RECOMENDACIONES
UN LIBRO
“La historia de mi vida” de Hellen Keller. No debemos olvidar que fue la primera mujer ciega, sorda y muda que estuvo en la universidad. En su libro se refiere al “día más notable” cuando se encontró con su maestra Anne Sullivan quien le tomó la mano y le dibujó letras que formaban palabras.
UNA PELÍCULA
“La escafandra y la mariposa”. Se inspira en la novela “La escafandra y la mariposa” escrita por Jean Dominique Bauby. A causa de un accidente (1995) que lo introdujo en el mundo del “Locked in Syndrom” (encerrado en sí mismo), totalmente paralizado, sin poder comer, hablar, ni respirar sin asistencia, el antiguo redactor jefe de la revista “Elle” dicta letra por letra, moviendo solo el párpado izquierdo, una especie de viaje inmóvil.
UNA CANCIÓN
UN EJERCICIO
Incorpora el masaje a tu vida. Si puedes económicamente, regálatelo y regálalo y si no pudieras… házselo a tus más íntimos y déjatelos hacer.
Un beso enorme y ¡ojalá te haya “echado una mano ” en algo!
WE LOVE YOU
Imagen de Tess Comrie