La época de fin de año suele estar llena de encuentros con la familia y los amigos, celebraciones y regalos. Lamentablemente, la fiebre consumista nos ha llevado también a que sea una época de excesos, de desperdicio, compras innecesarias y endeudamiento… pero no debería ser así. Por ello hoy quiero compartir contigo unas ideas sencillas, que pueden ayudarte a tener una navidad bonita, cálida y llena de alegría, pero de manera más respetuosa contigo misma/o, con tu bolsillo y con el planeta. Es un win-win, sin duda, así que… ve a por estas tres propuestas que te sugiero para una Navidad más sostenible.
- Mira la Navidad con otros ojos
La navidad es una época de felicidad para algunos, de ansiedad para otros. En torno a las celebraciones de fin de año se generan demasiadas expectativas, que suelen ser acrecentadas por los anuncios comerciales, pero esos anuncios son una pésima fuente de inspiración para construir nuestros ideales de celebración.
Si algo tiene de bonito el fin de año es que suele ser una época de reunión, de reencuentro y de calidez de hogar. Lo importante no son los objetos ni el lujo de las comidas, sino pasar tiempo con los nuestros —o a solas, que eso también es perfectamente válido—.
- Piensa en regalos diferentes
No hace falta regalar a todo el mundo. No hace falta que gastes tu dinero comprando cualquier cosa a personas que apenas conoces, ni que gastes todo tu dinero comprando lo primero que se te atraviese en el camino, con tal de tener un regalo para cada persona que te has cruzado en la vida.
Elige entregar regalos desde el corazón y solo a aquellas personas a quienes realmente quieres darles algo. Y elige regalos distintos y te sugiero que apuestes por las experiencias que se quedan en la memoria por más tiempo y te llenan de calidez la vida y el corazón.
- Planea tus comidas de manera consciente
La Navidad y las celebraciones de fin de año usualmente implican encuentros de modo que suelen vivirse días de excesos de comida, mucha de la cual será potencialmente desperdiciada. Así que invita a los de tu alrededor a bien lo que cocinan, servir sólo lo que se va a comer y almacenar perfectamente lo que sobre para aprovechar en otro momento. Apuesta por una una alimentación sana, en cantidades bien calculadas y respetuosa contigo misma/o y con el planeta.
Con estas tres propuestas para una Navidad más sostenible, tienes el perfecto punto de partida para planear una Navidad diferente. ¿Se te ocurren otras? ¡Estaré feliz de leerlas!