Sobre los edulcorantes

Muchas son las dudas alrededor del consumo de edulcorantes y en general, siempre existe la cuestión de cuáles utilizar en recetas o en el café del día a día.

Yo personalmente no utilizo azúcar, ni tampoco azúcar moreno, miel, ni otros edulcorantes sin calorías, porque creo fielmente que debemos acostumbrarnos al sabor natural de los alimentos y apreciarlo tal y como es sin agregar nada. Ahora, siempre y cuando los edulcorantes se utilicen en cantidades moderadas pueden ser útiles (¡ya entraremos en detalle a ver qué significa esto de moderado¡).

 

Los sustitutos naturales del azúcar, como la panela/papelón, sirope de arce, azúcar moreno, agave y miel, se asimilan de igual forma en el cuerpo que el azúcar blanco. Tienen todas el mismo impacto a nivel de azúcar en sangre (glicemia).

Es verdad que el papelón/panela y la miel (la de verdad, que se cristaliza), vienen menos procesadas o refinadas y gracias a esto pueden tener ciertas vitaminas y minerales. Sin embargo, si buscas perder peso, y en general, mantener una buena salud, lo mejor es que los consumas poco (o casi nada).

Los edulcorantes artificiales son otro tema aparte. Dentro de este grupo se encuentran la sacarina, aspartamo y sucralosa. Luego también están los polialcoholes, que son el xilitol, eritritol, maltitol y sorbitol, entre otros. La stevia se clasifica como un nuevo edulcorante, al igual que la tagatosa, porque su uso es muy reciente aún.

Mis favoritos para cocinar son la stevia y el xilitol, debido a que resisten bastante el calor y no cambian el sabor o textura de lo que estamos preparando. Sin embargo, al comprar la stevia, la mejor forma es en hoja o en líquido y verificar el grado de pureza de la misma. En España esta opción no existe, su venta está prohibida. En polvo usualmente viene mezclada con más cosas y además no es stevia tal cual, es un extracto.

 

Si, pero… ¿son seguros?

Todos los edulcorantes se pueden utilizar sin problema. Hay muchas personas hablando sobre el cáncer, diabetes, etc y eso NO está comprobado; los estudios no han demostrado aún que esto sea verdad. Incluso uno bastante reciente (con ratones) sí dio positivo para cáncer pero la dosis más bajita con la que se alimentaron fue de 350 paquetitos, es decir una bestialidad (tanto por la dosis como por el trato a estos animales, aunque eso es otra historia…). La dosis que usualmente tomamos, no llega ni al 1/8 de esa cantidad.

Lo más notorio sobre los edulcorantes, en especial con el tema de polialcoholes, es la modificación de la flora bacteriana intestinal. Esto sí que está estudiado y es importante que lo sepamos. Los polialcoholes tienden a modificar las bacterias de nuestro intestino y esto puede afectar a nuestra salud de forma negativa. Sobre todo siendo nuestro intestino uno de los principales factores que condicionan nuestra salud general.

Además, nos condicionan a querer ingerir sabores dulces siempre. Mi recomendación sería no agregar edulcorante a todo lo nos pase por delante y menos aún sin haberlo probado antes (vamos con muchas predisposiciones).

Las dosis seguras son entre 30-50mg, que serían mucho más de 20 sobres, de edulcorante por peso, y aunque para pasar esa dosis es difícil, no es imposible claro. Consúmelos con consciencia e intenta no utilizarlos en lo posible, apreciando el sabor real de los alimentos, re-educa tu paladar, dándole gustos auténticos, reales, no maquillados con dulce extremo y falso.

 

Y aquí un listado de recetas (¡para no dejar de inspiraros!) con este tipo de endulzantes. Mías y del resto de colaboradores de We Love You. ¡Ponerlas en práctica y a disfrutar!