¿Cómo sentarme? ¿Cómo liberar la mente de pensamientos? ¿Cómo puedo establecer un compromiso con la práctica? Estas son algunas de las preguntas más recurrentes que surgen después de las primeras sesiones de meditación. Por eso, a continuación te comparto 5 consejos para comenzar a meditar, consejos me hubiera gustado oír cuando comencé con la práctica hace 12 años.
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Medita en una posición cómoda
El confort físico es primordial. Si sientes algún tipo de molestia corporal al meditar, cambia de asiento, acuéstate y reajusta tu cuerpo cuanto necesites. Busca el lugar más cómodo de tu hogar y conviértelo en tu espacio sagrado para meditar. Con el tiempo, el asiento o la esterilla, si meditas en suelo, toma tu esencia y tu prana y cada vez que vuelves a él tu cerebro asocia ese lugar con el relax, paz y bienestar.
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No fuerces
Los pensamientos son parte del proceso. Por eso es importante no crear ningún tipo de esfuerzo o fricción con ellos. La meditación no consiste en dejar la mente en blanco, consiste en ralentizar la fuerza y frecuencia de los pensamientos. Aprendemos realmente a meditar cuando entendemos que no hay que hacer nada. Solo sentarse, cerrar los ojos y observar.
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Sé constante
En la repetición está la clave. Aunque te recomiendo meditar si puedes 20 minutos por la mañana y 20 por la tarde, 5 minutos es mejor que nada. Si la falta de tiempo es un impedimento, intenta hacer meditaciones cortas a lo largo del día. Te sugiero que intentes colocar tu momento de meditación entre dos actividades que realizas siempre. Por ejemplo entre que te cepillas los dientes y te das una ducha. De esta forma, crearás un nuevo hábito casi sin notarlo.
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Recuerda que el objetivo último de la meditación es enriquecer tu vida
Cuando comienzas a meditar con regularidad, comenzarás a observar que los verdaderos resultados aparecen fuera del momento de meditación. Tendrás una actitud más serena con las vicisitudes cotidianas y abordarás los problemas con mayor calma y claridad. Tu intuición y creatividad se incrementarán y te sentirás feliz por más tiempo y por más momentos del día sin un aparente motivo.
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No te tomes todo tan en serio
La característica que compartían todos mis maestros y que más me gustaba, es el buen humor. Nuestra sociedad nos enseña a tomar las cosas ‘en serio’ y por supuesto existe una parte de verdad en todo eso pero realmente lo que disminuye tu energía e incrementa tu estrés y fatiga en gran parte ¡es el exceso de seriedad!
Estos son los consejos que te puedo dar si has comenzado a meditar hace poco o estás en proceso de retomar la práctica. Estoy seguro de que te serán de utilidad y te ayudarán en tu evolución para reencontrarte con la mejor versión de ti misma/o.
PD: también y en relación a la meditación, podéis iniciaros en la práctica de yoga con el curso Instantes de Yoga de Miriam Checa de la escuela.
